Revisando uno de los últimos libros de Francesc Miralles, articulista habitual de El País Semanal y autor de multitud de libros de desarrollo personal leo una referencia que Miralles hace a Gabriel García del Oro sobre el terrible miedo que tenemos a equivocarnos. Os lo escribo literalmente: “el error nos produce terror. También vergüenza y culpa. Bajamos la mirada y nos reprochamos no haber sido capaces de acertar, de escoger la opción correcta. Desde pequeños hemos vivido en una sociedad que premia el acierto y penaliza el error. Cuando nos presentamos a un examen, si acertamos la respuesta sumamos, mientras que los fallos cuentan cero. El error para nuestro sistema educativo es estéril y vacío, nada se puede sacar de él”
Este miedo a equivocarnos no lleva a no tomar decisiones, es decir, se transforma en miedo a decidir. Por lo tanto lo mejor es que decidan otros, así no me equivoco. Y si estamos dentro de un colectivo, lo que conseguimos es ir diluyendo cada vez más nuestra libertad en pos de que otros tomen las decisiones por nosotros.
Marcelo Bielsa, entrenador de fútbol, que actualmente dirige al Athletic de Bilbao dijo una frase que de vez en cuando utilizo para explicar este concepto: “El liderazgo se ve en la derrota y el líder solo es bueno si ha superado la adversidad. Las operaciones y los cambios se hacen en la victoria, no en la derrota. La adversidad es el momento de observación de las cosas”
Para mi, sin duda alguna la parte más importante de esta reflexión recae en la última frase: La adversidad es el momento de observación de las cosas. La observación requiere tiempo, disciplina y mucho entrenamiento. Y lo requiere porque necesita saber qué es lo que debe observar. Porque cuando observamos con profundidad, descubrimos muchas claves que nos permiten enriquecer nuestro mapa de la vida, hacerlo más útil y generar por tanto aprendizajes más significativos.
En estos momentos en los que se celebran o se van a celebrar tantos acontecimientos deportivos podemos fijarnos en el sinfín de oportunidades en los que vamos a poder observar este fenómeno. La dualidad del error y el acierto, del éxito y el fracaso acompañan a millones de deportistas en su día a día. ¿Y quienes obtienen resultados excepcionales? En muchas ocasiones, aquellos que descubrieron que era lo que debían observar, lo que querían observar y los que decidieron aprender de sus aciertos y de sus errores.
Vivimos en una sociedad que valora mucho más el conocimiento que la capacidad para aprender. ¿Os dais cuenta del error que es esto?
Permitir el error es abrir la puerta al aprendizaje de las personas, es darles una oportunidad para observar con otras gafas la realidad que tienen delante, es una oportunidad para que las personas se reinventen, para que se levanten y sigan peleando, para que encuentren quién les acompañe por el camino del desarrollo de su talento por el que en un momento determinado decidieron apostar.
El sentido de la vida es aprender de todo
Mil gracias Maria, tus comentarios siempre son muy enriquecedores.
Besos
Las tomas de decisiones pueden ser acertadas o equivocadas. Los aciertos me permiten establecer prioridades. A partir de los errores, puedo observar la realidad con otro punto de vista y darme cuenta de qué es lo más relevante en lo que debo centrar mi atención. Analizando y reflexionando sobre los aciertos y los errores, podremos evolucionar en nuestros aprendizajes. El conocimiento adquirido es una formación inicial, y la capacidad y el interés por aprender es una formación permanente. Quizá no tengan tanta trascendencia los aciertos y los errores como el manejo que hagamos de ellos para mejorar y autosuperarnos.
La clave está en como manejamos las situaciones de éxito y error que vivimos. Lo comparto completamente.
Mil gracias Pedro
Pues que se aplique el cuento el amigo Bielsa, mucha teoría pero en la práctica le han pegado dos revolcones de los que hacen sangre. Ahora entiendo que por dos veces cayera en el mismo error. Estuvo observando tras la derrota en la Europa League y como no hay que cambiar nada, hizo lo mismo ante el Barcelona, en Copa del Rey, y le volvió a ocurrir lo mismo. Bueno, no exactamente. El Atlético le sacó los colores en el minuto 6 y el Barcelona en el minuto 3. Empeoró el 3 minutos.
Eso sí, en charlatanería un fenómeno. Hay tantos como Bielsa.
Jajajaja dando caña!!!! Si señor.
Muchas gracias Moisés
Me sumo totalmente a estos pensamientos y reflexiones, tan sólo añadiría la escasa capacidad que nos inculcan, y que es posible reproduzcamos en nuestros hijos, de tolerancia al fracaso y al error. De esta forma, es difícil sacar conclusiones y aprendizajes. Gracias Álvaro
Siempre tenemos la oportunidad de hacerlo diferente a como nos enseñaron a nosotros, verdad?
Un besazo muy fuerte
Gran post Álvaro, y me quedo con lo que creo más preocupante: hoy por hoy se sigue educando en la misma línea, tanto a niveles infantiles cómo en cursos de expecialización. Dado que este tipo de cambios son culturales y de muy largo recorrido, hay alguna expectativa de que enseñemos a observar con espíritu constructivo y de formación a partir del error en el medio plazo?
Querido Hugo, m hace mucha ilusión que nos aportes en este blog. Tus opiniones siempre son de gran valor para mi. Contestando a tu pregunta estoy convencido de que es posible y que está en nosotros el poder hacerlo. Creo que el error debe ir acompañado de reflexión y que las competencias que más deberíamos trabajar con los niños y posteriormente con los adultos son el pensamiento crítico y la responsabilidad. Ambas siempre unidas evitan caer en el victimismo al que mucha gente se aferra para dejar de vivir.
Un abrazo enorme
Desde luego aprender es siempre mas constructivo que destruir, pero solo desde el prisma del error en todos los campos es posible avanzar y estoy totalmente de acuerdo con todos vuestros comentarios, es mas, no digo que se deba premiar el error, pero si se debe enseñar que no se puede acertar siempre a la primera y que de nuestros errores , día a día, al final se pueden sacar grandes aciertos. Gracias Álvaro.
Hola agio, un placer compartir comentarios contigo. Gracias por animar el blog.
Abrazos muy fuertes
Magnífica reflexión, Álvaro. Hemos sido educados en la máxima de “quien comete errores es humano”. Pero los años me han enseñado, que rectificar es de sabios y aprender de ellos es “divino”. Lo veo en mis hijos cuando les reconozco mi propio error y les animo a levantarse y empezar de nuevo. El genial Quevedo dijo: “Bien acierta quien sospecha que siempre yerra”. Un fuerte abrazo.
Muchísimas gracias Adolfo, un comentario muy acertado.
Abrazos
40 años para aprender que puedo equivocarme, que no soy perfecta y que puedo cometer errores.., y que ademas puedo aprender de ellos. Otros 40 años mas para entrenarme en observar…. Hablar menos, hacer las cosas mas despacio y contemplar lo que me rodea en cada momento (ese es mi proceso). Gracias (tu blog es adictivo).
Gracias por compartir estos escritos Alvaro. La observación profunda de la que indicas es contemplar nuestro alrededor, vivirlo, sentirlo, manifestarlo, estar en presentes en el aquí y el ahora para aceptar las circuntancias a pesar de que existan las adversidades, solo es estar atentos a esos errores de los que refieres…caracterizar nuestros pasos en la vida a través de este aprendizaje nos renueva y es justo allí en donde crecemos al experimentarlo. saludos!!
Gran post Álvaro. Estoy reflexionando y aprendiendo mucho con tu blog.
Me gusta mucho al hilo de esto lo que dice Nigel Barlow. Su ponencia se llamaba ‘re think’’:
– “Sólo un mes trabajando en una empresa te deja ciego”
– “En una organización siempre hay que hacer caso al que lleva menos de un mes con nosotros”
Y todo esto está viene por lo conservadores que nos volvemos al poco de integrarnos en una organización. Cuando se llega quieres sorprender y aportas frescura, creatividad, ¿locura?. Pero cuando llegan los “no te equivoques”, “ten cuiado y no metas la pata”, “¿estás seguro?, que la lías”; todo cambia. El incluso lo define como dos grupos: los “críticos” y los “creadores”.
Un abrazo fuerte,