Esta semana mi post lo voy a dedicar a un libro que acabo de terminar de leer. Se llama APRENDER DE LOS CAMPEONES y está escrito por Pep Marí, psicólogo deportivo del Centro de Alto Rendimiento Deportivo de San Cugat.
El libro que ha escrito tiene varios aspectos que son dignos de ser compartidos ya que, al igual que sucede en el mundo deportivo del alto rendimiento, todos en nuestra vida nos enfrentamos a retos y desafíos como nuestros grandes campeones.
Pep Marí crea un modelo de trabajo en forma de pirámide que le permite ordenar los aspectos psicológicos que intervienen en el rendimiento.
El primero de estos aspectos y base de la pirámide consiste en PODER APRENDER, donde nuestra personalidad y nuestro entorno son indispensables para poder tener un rendimiento adecuado a nuestras posibilidades. Si no podemos tener estas circunstancias es muy complicado poder aprender.
El segundo nivel de la pirámide habla del QUERER APRENDER, es decir, la motivación. Según Marí para estar motivado hacen falta dos cosas: tener muy claros los objetivos y pagar todo el precio por conseguirlos. Este precio tiene tres impuestos: las renuncias y sacrificios que estamos dispuestos a hacer por optar a un objetivo, los esfuerzos para cumplir un programa de trabajo que requiere el objetivo y la aceptación de las consecuencias, positivas o negativas, que derivan de los dos anteriores.
“No hay que llorar cuando se pierde, hay que llorar cuando se traiciona el compromiso” César Luis Menotti
El tercer nivel nos habla de la necesidad de SABER APRENDER. Podría resumiros este concepto en dos fantásticas frases “solo hay dos clases de deportistas: los que buscan una excusa para poder fallar y los que andan buscando una razón para poder acertar”, o como dice Jorge Valdano “los perdedores se quejan, los ganadores aprenden”. Este nivel nos habla de la importancia de la actitud frente a los obstáculos que nos encontramos en nuestros procesos de aprendizaje.
El último nivel consiste en DEMOSTRAR LO APRENDIDO, en ser capaces de desarrollar lo que hemos aprendido en situaciones de mucha presión, en el momento de la verdad. Para ello es imprescindible haber ampliado nuestro repertorio de recursos y estar cada vez más preparados para llevarlos a cabo en los momentos importantes.
Muchas veces nuestro gran error es hacer importantes esos momentos, hacerlos especiales y entonces es cuando aparece el error.
Pep Marí utiliza algunas fórmulas para hacer entender aspectos claves para nuestro rendimiento profesional, deportivo o personal.
Hambre + humildad + orden = progresión
Para poder tener hambre cada día es imprescindible una alta dosis de humildad. Si no somos humildes llenamos nuestro estómago y dejamos de tener hambre. Es el principio de cualquier rendición.
+ que ganar > + que perder = reto
Cuando somos capaces de percibir situaciones en las que los beneficios superan a los costes es cuando estamos capacitados para ver los retos y comprometernos con ellos. Cuando trabajamos con personas, deportistas o no, debemos generar los contextos de tal manera que ellos descubran esta fórmula. Entonces habremos puesto nuestro granito de arena en su motivación.
Por último, Pep Marí hace referencia a lo que Jorge Valdano explica en una de sus conferencias: “¿Competir para vencer o competir para crecer?” En esta conferencia Jorge plantea el hecho de que las personas crecemos en la medida de los obstáculos que debemos superar. No merece la pena ganar, por el mero hecho de ganar. Cuando querer ganar se convierte en la mejor excusa para dar lo mejor de uno mismo, entonces cobra sentido. Si ganar es un objetivo en si mismo, entonces en algo nos hemos equivocado. Pero si ganar es un medio para seguir creciendo entonces hemos entendido el camino del éxito.
Buen inicio de semana
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Muchas gracias por esta reflexión Alvaro. Sin duda es un magnífico “círculo de aprendizaje” porque hay espacio para la autoevaluación en el momento de aplicar lo aprendido. Se complementa perfectamente con la “pulgada” anterior, (en relación a la importancia de tener un buen tutor), pero esto daría para un nuevo post sobre: la enseñanza de las habilidades cooperativas y sus dos niveles. 1. Cooperación entre maestro y alumno y 2. Cooperación entre el alumno y su entorno para que la progesión funcione.
“Juntos triunfaremos, divididos fracasaremos”.- Dice la consigna de la Revolución de los Estados Unidos de América. Lo que demuestra que la interdependecia es positiva. Me viene a la cabeza la frase de Henry Ford, “Juntarse es un comienzo, seguir juntos es un progreso; trabajar juntos es el éxito”.
El 15 de julio de 1982, Don Bennett, un comerciante de Seattle, en los Estados Unidos, se convirtió en el primer amputado que llegó a escalar el Monte Rainier (según informan Kouzes y Posner, 1987). Bennett escaló más de 4.500 metros en una pierna y dos muletas, en cinco días. Cuando se le preguntó cuál era la lección más importante que había aprendido, Bennett respondió sin dudar: “No se puede hacer solo”.
Todos deberíamos tener siempre en cuenta la lección que Bennett aprendió. Si las aulas y las escuelas han de convertirse en sitios en los que la gente debe alcanzar objetivos valiosos, deben ser lugares en los que todos (alumnos, docentes y no docentes) cooperen para lograrlo. Esta cooperación debe practicarse de manera consciente, hasta que se convierta en una forma natural de actuar e interactuar. Y debe tener lugar en todos los niveles de la educación.
Decía Pericles, hace casi 2500 años: “En vez de considerar la discusión como un obstáculo para la acción, pensamos que es una actividad preliminar indispensable para cualquier acción inteligente.”
Las reflexiones que compartes en tu blog, Alvaro, son magníficas y aunque con cada pulgada avanzamos nos haces tener nuevamente hambre. Felicidades
Que tal Álvaro, como siempre muy acertado en todo lo que escribes, el libro debe estar más que interesante, me haré de el, cuídate te mando 1 abrazo.
Álvaro, como siempre, excelente reflexión! Da gusto leerte!
Un fuerte abrazo
PD: me agencio el libro 🙂
Hola, me encantan tus comentarios de verdad que son super llegadores…
Las interrogantes que pones son muy acertivas también.. y me quedé en la que colocaste de Pep Marí: “¿Competir para vencer o competir para crecer?”.
Hace unas semanas, recuerdo que una de las lecturas que nos enviaste el cuestionamiento que se hacía una madre si su hijo debía competir o no, luego de que ver la tristeza del equipo perdedor y la celebración de su contrincante en un juego. Como mujer, me confieso, que ese cuestionamiento me ha dejado pensativa por semanas, ¿quién quiere ver a su niño sufrir??? Nadie (espero yo).
Estamos claros que la competencia es CRECIMIENTO!!! y no hay edad oportuna para dedicir cuando deben iniciar los niños, es a toda edad.. no?
Un abrazo…
Estimado escritor, vencer obstaculos, es lo que desde el inicio de la vida afrontamos y considero que esos conceptos de Hambre+humildad+orden tienen que ver mucho con la diciplina y la organizacion, pero desde mi punto de vista la humildad es fundamental para que se den las demas; Lo que es para todos un verdadero reto, es la presion del tiempo, y la naturaleza con sus leyes nos pone esos retos. En lo particular la presion considero debe ser medida a la capacidad del recipiente para que no se desborde el contenido.
DE LAS PERDIDAS podemos hacer nuestro exito, es por ello que debemos insistir en el aprendiz hacer un repaso de las perdidas, ya que al hacerlo esta informacion es guardada en un espacio de nuestra inteligencia.