El concepto de Braintrust nace en Pixar, empresa referente de la animación por excelencia. Hace referencia a las reuniones que un grupo de expertos de la compañía, realizan a lo largo de la fase de desarrollo de una nueva producción cinematográfica de animación.
Las personas que asisten a estas reuniones son profesionales inteligentes, de gran reputación y experiencia. Braintrust se basa en una suerte de compañerismo, confianza y sinceridad que persigue “empujar hacia la excelencia y erradicar la mediocridad” tal y como explica Ed Catmull, autor de Creatividad S.A, donde desglosa esta y muchas otras ideas sobre los procesos creativos de Pixar. Ayudan al director de la cinta a mirar más allá de su trabajo. Le regalan nuevas perspectivas que, al estar tan inmerso en su propio trabajo, es posible que no sea capaz de ver.
En otras palabras, estas reuniones no tienen sentido si las personas que las componen no tienen la experiencia y la empatía suficiente como para aportar valor a la misma.
Lo que hace que el braintrust sea una reunión especial reside en varias ideas:
1. La experiencia y la empatía de las personas que componen estas reuniones, que en muchos casos han vivido lo que el director está viviendo en esos momentos.
2. Las aportaciones, ideas y reflexiones no son vinculantes ni tienen que ver con las opiniones de un jefe sobre un colaborador.
3. Se orientan a analizar problemas pero no necesariamente a dar soluciones
4. Las aportaciones son aditivas y nunca competitivas. Nunca estas reuniones pueden convertirse en competiciones para saber quien lleva razón.
El concepto de braintrust es la base de los diálogos poderosos entre adultos donde el respeto profundo es el marco de referencia para que la sinceridad y la honestidad se trasladen sin recovecos ni agendas ocultas. Tal y como dice Catmull “la sinceridad no es cruel. No destruye. Por el contrario, cualquier sistema de retroalimentación exitoso se basa en la empatía, en la idea de que estamos todos juntos en esto, que entendemos su dolor porque lo hemos experimentado nosotros mismos … El Braintrust está alimentado por la idea de que cada nota que damos es al servicio de un objetivo común: apoyarnos y ayudarnos mutuamente mientras intentamos hacer mejores películas ”.
Braintrust nos habla de no apegarnos demasiado a nuestras ideas ya que en esos casos nunca aceptaremos bien la crítica. No eres tú quien está en cuestionamiento, es tu trabajo. Y todos los trabajos al principio no pueden ser brillantes. Si algún día quieres escribir un buen libro empieza escribiendo malos, empieza equivocándote pronto y de manera inteligente para llegar a hacer proyectos excelentes. Pero solo lo podrás conseguir si te rodeas de personas inteligentes, que te respetan, son empáticos contigo y descarnadamente sinceros con tu trabajo.
No negaré que esto duele. Pero el dolor no se puede evitar. Lo que si puedes decidir es como gestionarlo para transformarlo en un gran trabajo a realizar.
Excelente reflexión.
En ocasiones el “buenrollismo” entre iguales dentro de una organización, hace que el juzgar el trabajo entre iguales no se dé, y se recurra siempre a la figura del “jefe que no nos entiende”.
Anotado y tenido en cuenta.
Grande máquina!!!
Así es amigo!!!!
Es un clásico 😉