Tomando como título el famoso eslogan de una compañía española de caldos, me encantaría reflexionar sobre nuestros proyectos personales y profesionales.
Cuando piensas en personas que sirven como modelos inspiradores, te das cuenta que una de las claves diferenciadoras con respecto a otras muchas, reside en esta diferencia entre cocer y enriquecer.
Cuece quien tiene prisa, quien quiere satisfacer su necesidad más primaria y quien responde a lo táctico sin mirar más allá. Y claro, cuando tan solo cueces corres el riesgo de que lo que has preparado resulte soso, insulso y comida basura que no tiene ningún beneficio para tu salud, más allá de saciar tu hambre en un momento puntual. Además, cuando algo te sale mal así, recurres a los condimentos y las salsas que tratan de dar un aspecto y un sabor que terminan distorsionando la materia prima que has utilizado.
Sin embargo, quien enriquece emplea el tiempo necesario para elaborar una receta que va mejorando día a día. Ante todo le pone cariño a lo que hace, dedica tiempo a buscar la mejor materia prima que esté a su alcance aunque para eso deba recorrer más distancia para encontrarla. Sabe que la materia prima es la base de una buena receta y que la manera de cocinarla, junto con los condimentos adecuados y el ritmo de preparación, son la clave del éxito. Ni muy rápido ni demasiado lento, sino al ritmo adecuado en cada momento.
La materia prima es nuestro talento, la base de nuestro proyecto, lo más valioso y lo que marca la diferencia. Pero si nuestro talento no se condimenta y se enriquece terminará siendo otro menú de fast food que terminará siendo engullido por otros muchos de manera rápida porque no hay tiempo para saborearlo.
Enriquecer es un arte y el arte lleva tiempo. Cuando alguien enriquece no lo hace movido por el ansia de comer, sino por la experiencia posterior que deriva del tiempo empleado en su preparación.
Quien enriquece sabe igualmente de la importancia que tiene la presentación de un plato. El plato final debe ser compacto: una excelente presentación, con la textura, el sabor y el aroma que nos transporten al cariño y al cuidado con el que se ha tratado la materia prima.
Quien cuece lo hace para un consumo propio (no hay tiempo que perder) pero quien enriquece lo hace para que otros también se beneficien del resultado.
No hay mayor aspiración para nuestro talento que compartirlo para enriquecerlo.
Fantástico Álvaro! Tratas un tema fundamental aplicable a cada momento de nuestra vida, de una forma sencilla, clara y breve. Enriqueceré mas a partir de ahora!
¿Cocer o enriquecer?
Esa es una elección que debemos hacer cada día, casi cada momento. Y el reto es no caer en cocer, impelido por todas las circunstancias que nos empujan hacia la carrera sin reflexión. Pararse, disfrutar, aspirar el aroma del momento y degustar la oportunidad que sólo este minuto me ofrece es toda una elección.
¡Elijo enriquecer! (aunque muchas veces me veo cociendo a lo loco)
Gracias por condimentar este arranque de semana para elegir bien los ingredientes de los próximos días.
Increíble Álvaro! Muy buena reflexión. Me ha gustado mucho y en esta fase en la que estoy yo ahora personal y profesional me viene de maravilla.
Gracias, eres para mí un gran apoyo..
Mil gracias a ti guapísima. Es una gozada tenerte por aquí.
Besazos
Gracias Álvaro, por este condimento semanal que me lleva cada día a reflexionar y así convertirme en la mejor versión de mi misma.
Pues gracias por compartirlo porque eso también te hace mucho mejor
Un abrazo
¡Buenísimo!
Hola amigo, gracias!!!!!
Dear,
Además; Una digestión insatisfactoria produce la misma insatisfacción secundaria que cualquier emoción barata, que primero halaga pero luego defrauda.
Abrazo BiG,
p.
Me encanta !!!
Alvaro, vuelves a dar en el clavo, no sabes como me identifico con todo lo que te dices, además da la casualidad que lo estoy viviendo en este momento. INSPIRADOR. ENHORABUENA
¡Gracias Álvaro!
Me encanta… me refuerza…
Como otras veces que te leo: justo lo que necesitaba :o)
Un abrazo grande
Cuanta razón tienes, eso es lo que siempre he querido transmitir en mi trabajo y con mi marido, aunque le es difícil comprender a veces la implicación y la planificación y dedicación que haz de hacer durante el día a dia en las cosas que te gustan en tus proyectos de futuro. Por suerte, he de tener talento para poder también disfrutar y de mi familia aunque algunos discrepen este cometido, de tanta pasión…. Qué le vamos hacer intento dar esta pasión a mi familia y compañeros/ras, amigos/gas…por suerte mi marido me ha hecho un poquito de saco.. Son experiencias que deseo compartir, porque entiendo y comportado esta gran reflexión y artículo que has publicado.
Un placer saber que hay gente que percibe esta inquietud.
Gracias por tus artículos son fantásticos…
Este es un tema importantísimo y muy valioso, pero por desgracia y en la época en la que estamos, existe una política de reducción de costes que muchas empresas están eligiendo como nueva “moda” reduciendo plantillas, empeorando el producto, abaratando el servicio y le echan la culpa a la crisis y lo que están consiguiendo es cocer y dejar de enriquecer para ganar más y no invertir tanto, la clave ahora es que el que tiene poco, lo poco que tiene, siempre va a querer gastarlo en algo de calidad y enriquecido.
Que gran artículo para estos tiempos, muchas gracias y sigamos enriqueciendo en lo que podamos.
Buenas Alvaro. Entonces el que cuece nunca enriquece? Creo que en la vida hay etapas de cocción y otras más adelante que enqiquecen. Creo que esta reflexión es válida pero no se puede cumplir en todos los tramos de nuestra vida.
Hola Roberto, gracias por escribir y aportar al blog. Te lo agradezco mucho. Coincido con lo que dices aunque en algunas ocasiones las personas no llegan ni a pensar en ello. Tan solo cuecen y cuecen. Estoy convencido de que todos hemos cocido muchas veces y que cuando paramos y reflexionamos, abrimos la oportunidad a empezar a enriquecer.
Un abrazo enorme
Muy bueno Álvaro. Despacito y con buena letra. Disfrutando del trabajo y trabajando duro vienen los éxitos por sí solos.
Gracias por tus artículos. He aprendido mucho en tus clases en la universidad y es un placer seguir en contacto contigo para seguir ampliando conocimientos.
Un abrazo!