Somos seres sociales y a lo largo de la vida mantenemos relaciones con muchas personas que entran y salen de nuestras vidas. ¿Cuáles son las claves para que las relaciones personales perduren en el tiempo?
Mark Manson, blogger, emprendedor y escritor de éxito reflexiona en su blog tras haber preguntado a miles de seguidores sobre este pregunta.
Rescato en este post muchas de sus conclusiones por el sentido común que destilan:
Estar con las personas por las razones correctas. Reflexionar sobre los por qués de las relaciones personales y profesionales nos abre la puerta a encontrar los motivos acertados o no de nuestras relaciones.
Ten expectativas realistas sobre las relaciones. Los modelos Disney no existen. Todos tenemos nuestras luces y nuestras sombras.
El factor más importante en una relación no es la comunicación sino el respeto. Respeto hacia el otro y hacia uno mismo.
Habla abiertamente de todo, especialmente de lo que duele. No nos han enseñado a entender y practicar las relaciones entre adultos. Hemos edulcorado las relaciones tratando de evadir las dificultades que surgen en el camino.
Un relación sana significa dos individuos sanos. Eso de ser medias naranjas y de pensar que el otro me completa continua en el imaginario del nefasto amor romántico. Somos naranjas enteras y es importante no poner expectativas en tu pareja para “hacerte feliz”. Tan solo tú eres responsable de tu felicidad, de averiguar qué es lo que te hace feliz. De la misma manera, pensar que las relaciones deben estar basadas en sacrificios es de por si un error de partida. Seguro que los sacrificios y las renuncias forman parte de cualquier relación humana pero nunca, ni de lejos, pueden suponer la base de una relación.
Darse espacio el uno al otro, entendiendo que cada uno necesita tener espacios de intimidad que no necesitan ser compartidos. Vivir en pareja no significa estar atado a vivirlo todo con ella. De hecho hacerlo así es manifiestamente insano.
Cada uno crecerá de manera diferente y es necesario abrazar ese cambio. Mantener una relación personal y/o profesional duradera implica aceptar que cada persona va a crecer a un ritmo y de una manera muy diferente a los demás. Mantener las etiquetas que tendemos a poner a las personas, se torna nefasto para la relación. Aún seguimos escuchando frases del tipo: ¡Cómo has cambiado! o ¡no cambies nunca!
Sé productivo en la pelea. Los conflictos en las relaciones necesitan ser productivos. John Gottman, psicólogo y profesor emérito de la Universidad de Washington ha estudiado las relaciones de pareja pudiendo predecir en un 90% si se romperán o si perdurarán. Ha sido capaz de establecer cuatro motivos por los que las relaciones no perduran:
Las críticas sobre el carácter de tu pareja.
La actitud defensiva frente a los conflictos
El desprecio hacia el otro haciéndole sentir inferior
Ignorar a la pareja
Sé bueno perdonando: De la misma manera que ocurre en la construcción de equipos de trabajo, las relaciones personales se construyen desde la vulnerabilidad. Las buenas relaciones nunca están exentas de conflictos. De hecho, estos conflictos nunca van a desaparecer ya que son parte de la vida misma. La aceptación y protección de esa vulnerabilidad es una pieza clave en la perdurabilidad de la relación. No pretender cambiar a nadie y aceptar con respeto profundo esa diferencia. Cada cual tiene diferentes valores y perspectivas de las cosas que vive.
El poder de las pequeñas cosas. Toda relación humana se alimenta de pequeños detalles invisibles e intangibles que marcan la diferencia. Siendo una naranja entera, es necesario estar con más frecuencia en las necesidades del otro.
Sé práctico y crea reglas en la relación. Toda relación duradera necesita respetar un marco normativo de funcionamiento para reducir la incertidumbre y aportar claridad a los comportamientos cotidianos.
Aprende a surfear las olas. A lo largo de la vida tenemos subidas y bajadas, perdidas y ganancias, objetivos cumplidos y fracasos estrepitosos. El reto como parte de la pareja consiste en surfear esas olas junto a la persona con quien mantienes una relación. Y en todos los casos, ninguna ola es eterna.
Suscribo todo querido Álvaro.
Todo un arte y toda una ciencia hacer desde el margen de maniobra que cada uno tiene el que perduren las relaciones.
me apunto el que cada uno crecerá de manera diferente y abrazar ese cambio…
Fantástico!
Un abrazo