Así de contundente se expresó el biólogo y pensador chileno Humberto Maturana en el Acto de Apertura del año académico de la Escuela Hipólito Toro y Salas de Chiguayante, en la región del Biobío.
Cuando lo que alguien como Maturana dice esconde una joya, los demás nos limitamos a exponerlo, degustarlo y desear que no se acabe:
“Nosotros hoy somos el futuro de la humanidad. Los niños se transforman con nosotros. Van a reflexionar, van a mentir, van a decir la verdad, van a estar atentos a lo que ocurre, van a ser tiernos, si nosotros los mayores, con los que conviven, decimos la verdad, no hacemos trampa, o somos tiernos”
“Cuando decimos que amar educa, lo que decimos es que el amar como espacio que acogemos al otro, que lo dejamos aparecer, en el que escuchamos lo que dice sin negarlo desde un prejuicio, supuesto, o teoría, se va a transformar en la educación que nosotros queremos. Como una persona que reflexiona, pregunta, que es autónoma, que decide por sí misma”
Dos preguntas maravillosas que plantea Maturana sobre la educación:
La del niño al adulto: ¿mamá cómo se hace?, lo que revela que el niño quiere hacerlo bien. Si todos queremos hacer bien las cosas, ¿por qué matamos las preguntas?
Y la otra pregunta es la que el adulto le hace al niño: ¿Te das cuenta de lo que estás haciendo?. Llevando la mirada sobre sí mismo y abriendo el espacio de la reflexión
“Los problemas humanos nunca son de inteligencia, sino corresponden a conflictos de emociones. Son todos conflictos de deseos y se resuelven con la reflexión”
“Para que el amar eduque hay que amar y tener ternura. El amar es dejar aparecer. Darle espacio al otro para que tengan presencia nuestros niños, amigos y nuestros mayores”
“A nadie le gusta obedecer, porque es una negación de sí mismo. Sin embargo, en el colaborar tengo presencia, soy libre, escojo”,imprescindible para educar niños que se conviertan en adultos responsables.
En mi opinión, a veces las cosas simples y tan llenas de verdad cómo esas reflexiones, las tenemos de frente y no le damos la importancia que merecen por hacer creer que complicar lo simple demuestra mayor inteligencia.
Gracias por el post. Un abrazo