Cada año los aficionados al fútbol americano disfrutan de una emocionante final del campeonato en la Superbowl. Los jugadores franquicia de cada equipo son sus quarterbacks.
Los ojeadores de la NFL (Liga estadounidense de fútbol americano) son muy conscientes de lo importante que resulta la capacidad de toma de decisiones por parte de los quarterbacks. La liga exige que todos los jugadores del draft realicen el test de inteligencia Wonderlic (una versión abreviada del test estándar del coeficiente intelectual).
El motivo es que la NFL opina que aquellos jugadores que obtienen mejores resultados en este test tomarán mejores decisiones en el terreno de juego. Los quarterbacks deben memorizar centenares de jugadas ofensivas y algunas cuantas posiciones defensivas. Son la prolongación de los entrenadores sobre el campo.
El promedio de puntuación exigible a un jugador de estas características es de 25 puntos. Por debajo de esta puntuación los equipos comienzan a ponerse nerviosos ya que dudan de la capacidad de estos jugadores para la correcta toma de decisiones.
Sin embargo, jugadores que como Dan Marino, Brett Favre, Randall Cunningham, Terry Bradshaw (históricos juagadores de la NFL) obtuvieron puntuaciones inferiores a lo exigible.
¿Por qué el test Wonderlic se presenta como estéril para medir el éxito de los quarterbacks? Este test mide un tipo determinado de pensamiento, pero los quarterbacks no piensan cuando están jugando. No hay tiempo. No pueden hacer un análisis consciente de cada jugada porque todo ocurre demasiado rápido.
En las hojas de evaluación que los ojeadores de la NFL utilizan para seleccionar a los jugadores, el apartado de la Toma de Decisiones figura en la categoría de Intangibles.
https://www.youtube.com/watch?v=RBwZV1m-cf4
Según Joseph LeDoux, neurocientífico de la Universidad de Nueva York buena parte de lo que pensamos es impulsado en gran medida por nuestras emociones. Los seres humanos somos los únicos animales capaces de pensar en cómo pensamos.
Hablando del cerebro y más concretamente del específicamente humano, nuestro neocortex se asemeja a un software que ha sido comercializado a toda velocidad. Es tan nuevo que aún está en versiones iniciales y la evolución aun no ha tenido el tiempo suficiente de arreglar los fallos.
Sin embargo, nuestro cerebro emocional lleva muchos cientos de millones de años más entre nosotros y ha sido maravillosamente evolucionado y perfeccionado. Su software ha sido sometido a innumerables test que le ha permitido tomar decisiones muy rápidas basándose en muy poca información.
Elegir el pase adecuado, tomar la decisión correcta viene precedido por las señales que el sistema emocional envía al neocortex. Una señal positiva o negativa de las emociones es suficiente para tomar la decisión adecuada o no.
Alvaro,
Buenos días. Me gustó mucho el artículo. Al menos para mi que no soy un seguidor de NFL al ver los videos y leer el texto queda muy claro el concepto a transmitir.
Algo que sumaría al análisis sobre la rapidez de la toma de decisiones, que las hace ser distintas a las que se toman en el ámbito profesional en industrias tradicionales con la tranquilidad de la oficina, es el impacto que las decisiones del quarterback conllevan. Hay 100.000 aficionados en el estadio, millones de simpatizantes, miles de apostadores y un gran número de inversores y sponsors pendientes de su decision y lo que él decide hacer en un segundo va a afectar las emociones y el negocio de muchos.
En la oficina, en la industria del deporte, si bien las decisiones de negocio se suelen tomar con más calma y con mayor nivel de información y análisis que las decisiones que toma un quarterback, el impacto de las decisiones es mayor al que tienen las tomadas en otras industrias. Sin ir más lejos comparemos el impacto que puede tener el cambio de un isologotipo de una marca tradicional con el impacto que tuvo el cambio de imagen del Club Juventus. Y como este caso hay muchos.
Saludos desde Uruguay,
Santiago
Muchísimas gracias Santiago por tu comentario y por la aportación del ejemplo de la Juve. Por cierto, me encanta el cambio de logotipo. Moderno, sencillo y adaptado al momento.