Si bien en el frontispicio del oráculo de Delfos reza la máxima de “conócete a ti mismo” y que Sócrates tomó como pilar de su pensamiento, esta no puede ser el ideal más alto al que un ser humano deba optar por muy encomiable que sea.
Más bien creo que la aventura reside en la capacidad de inventarnos a nosotros mismos, de diseñar la persona que queremos ser.
Rafael Echeverría, padre del coaching ontológico, reflexiona sobre los grandes desafíos del ser humano en la búsqueda de su propia superación y transformación personal.
Un desafío es un reto difícil al que queremos enfrentarnos. Un desafío requiere de valientes que decidan ir de frente hacia lo desconocido. Cada uno a su ritmo pero hacia delante.
Para este filosofo chileno los seres humanos tenemos dos grandes desafíos y en la medida que sea nuestra respuesta a estos desafíos así construiremos nuestra capacidad para dar sentido a nuestra vida y para abordar las crisis de sentido por las que en algún momento pasamos.
El primero es el desafío de aprender, es decir, el desafío de transformarnos, la necesidad vital del ser humano de indagar en el misterio de la vida para ir más allá, transcender y superar muchos límites que parecían inalcanzables.
El segundo se refiere al desafío de emprender, entendido como el reto de transformar el mundo en el que habitamos, de “producir obras capaces de transcendernos una vez que nos hayamos ido”.
Y la gran riqueza de ambos desafíos está en su complementariedad, ya que si aprender nos permite transformar los entornos en los que vivimos, estas transformaciones que cambian nuestro mundo también nos cambian a nosotros mismos.
Y es que el sentido de la vida no es algo que debamos dejar en manos de lo divino (que no deja de ser una actitud victimista que nos aleja de nuestra responsabilidad terrenal). Más bien es algo que requiere que lo tomemos por las riendas. Es algo que nos toca en primera persona ya que el sentido de la vida propia es eso, propia.
Y si no tomas las riendas, serán otros los que las tomen por ti. Y entonces vivirás la vida que otras personas quisieron o estimaron adecuadas para ti. Triste pero más frecuente de lo que pensamos. Y por ese motivo algunas personas no encuentran nunca el sentido de la vida que están viviendo, y se rinden, se resignan a dejar pasar día tras día sin esperar más allá que el siguiente fin de semana idéntico al anterior.
Por eso en el desafío constante de aprender y emprender está el sentido de la vida.
Totalmente de acuerdo. Y si me permites añadir que si no tomas las riendas la vida sigue, pero sin ti.
Un abrazo.
Feliz de tenerte por aquí, amigo. Un besote fuerte
Excelente. El miedo paralizante al cambio, al no manejo de la incertidumbre, la creencia de que hay que obedecer a la etiqueta que se nos ha impuesto y en algunos casos auto impuesto, hace que algunos se queden en la zona de confort del conformismo y del “casi, casi”.
Gracias por ayudarme a descubrir la persona que quiero ser.
Tomando las riendas gracias a HuneTalento Femenino. Confirmando valores, desechando creencias…
Una lectura muy enriquecedora y que invita a reflexionar. Últimamente he intentado seguir este camino, aprendiendo y forzando a mi persona a emprender. No obstante, al leer esta gran aportación me encuentro con muchas más ganas de seguir con estos dos principios. ¡Muchas gracias Álvaro!
Hola Álvaro, me ha encantado descubrirte por “casualidad”, y veo que compartimos mucho en profesión y pasiones. Este artículo es un gusto de leer como todo lo que escribes, pero he de decir que discrepo con tu planteamiento de inventarnos lo que somos versus descubrirlo conociéndonos. Es un tema muy complejo y lleno de matices sutiles, porque en realidad quizá cuando te creas a ti mismo, en realidad te descubres, porque para tu ser no hay diferencia entre presente y pasado, ni entre ti y el resto del Universo, por eso en un sentido comparto tu afirmación y en otro estoy en desacuerdo. En cualquier caso, te seguiré leyendo con gusto y te invito también a lo mismo.
Gracias y enhorabuena!
Beatriz
Hola Beatriz, feliz de que el blog nos ponga en contacto. Siéntelo como tu casa y participa siempre que quieras. Este es un punto de encuentro para la reflexión y para compartir.
Un beso y bienvenida