“No puedes motivar a las personas, pero si que puedes facilitarles el proceso de valoración para que sea más probable que experimenten una motivación óptima cada día. La motivación óptima significa que tienes la energía positiva, la vitalidad y la sensación de bienestar que requiere el esfuerzo y el logro duradero de las metas importantes mientras, a la vez, prosperas y creces”
Extraído del libro de Susan Fowler ¿Por qué motivar a la gente no funciona, y qué si? nos permite hacer un recorrido en el que podemos descubrir cuales son las necesidades psicológicas que cada persona busca cubrir para estar motivado.
Para la autora, la mala motivación es como alimentarse de comida basura. Resistirse al aroma de las patatas fritas y a su palatabilidad es tan complicado como hacerlo con los incentivos externos, los premios y los castigos, el palo y la zanahoria. De hecho un interesante estudio llevado a cabo en la Universidad de Northwestern de Chicago, estudió a las personas que participaron y ganaron concursos para adelgazar motivados por un premio para hacerlo. Doce semanas después de haber ganado el concurso volvieron a sus viejas malas rutinas y no solo recuperaron su peso sino que engordaron aún más. Puedes saber más de este estudio aquí.
Al fin y al cabo cada cual puede elegir el tipo de comida del que quiere alimentarse. Y esto no significa que quien come comida saludable no coma de vez en cuando algo de comida basura. Pero esta no es la base de su alimentación. Con la motivación ocurre exactamente lo mismo. Las personas con una motivación de alta calidad (motivación intrínseca) pueden aceptar recompensas externas pero nunca serán el motivo por el cual se esfuerzan cada día.
¿Qué es lo que realmente funciona cuando hablamos de motivación?
Las personas están motivadas porque cubren tres necesidades psicológicas: Autonomía, Relaciones personales y Competencia.
Hablar de la necesidad de autonomía es referirse a la necesidad de percibir que tenemos opciones, que tenemos un cierto control y que nuestras acciones dependen de nuestra voluntad. Si bien no tenemos libertad para decidir hacer todo lo que queremos hacer, si tenemos la libertad de decidir nuestra actitud frente a lo que nos ocurre. No dar participación a las personas en el proceso de toma de decisiones afecta directamente a su necesidad de autonomía.
La necesidad de relacionarse tiene que ver con la necesidad de pertenecer y formar parte de algo más allá de nosotros mismos. Si invertimos un porcentaje altísimo de nuestro día en nuestros lugares de trabajo y no somos capaces de satisfacer esta necesidad, es complicado que lo podamos cubrir en el tiempo libre restante. Por eso es de vital importancia crear contextos laborales donde esta necesidad de relación pueda cubrirse adecuadamente.
La necesidad de competencia se refiere a la necesidad de demostrar que sabemos hacer algo, de sentir que crecemos y mejoramos. Todos necesitamos sentirnos competentes en aquellas áreas donde dedicamos la mayoría de nuestro tiempo diario. Por esto es tan importante crear contextos de aprendizaje donde las personas podamos demostrar nuestra competencia al enfrentarnos a retos y desafíos de crecimiento. Si los contextos no son adecuados estas necesidades no terminan por cubrirse.
Estas tres necesidades son tan importantes como frágiles y el secreto reside en la potencia que las tres necesidades juntas pueden crear. Si una de ellas se ve deteriorada o no cubierta las otras dos se ven afectadas.
Por este motivo es importante no dejarse influir por la comida basura motivacional, manejar adecuadamente las relaciones y estar preparados para el cambio permanente que provoca que nuestra percepción de competencia se vea puesta en duda con mucha facilidad.
Empieza mi séptimo año de seguir tu blog, después de haberme marcado para siempre en una clase tuya que recibí en la UEM. Fascinante que sigas tocando los botones precisos, a nivel personal y laboral. Sin duda compartiré tu artículo con mi equipo, segura de que encontraré retroalimentación muy interesante. Saludos.
[…] imprescindible, como bien dice Álvaro Merino en uno de sus últimos artículos, tener cubierta la necesidad de percibir que tenemos opciones […]