Todos los años viajamos a la ciudad de Nueva York con los alumnos del MBA in Sports Management de la Escuela Universitaria Real Madrid. Se trata de un viaje académico en el que nuestros alumnos estudian y disfrutan del deporte estadounidense. Las visitas a las empresas y ligas profesionales más importantes y la asistencia a espectáculos deportivos de primer nivel, completan una semana muy esperada tanto por los alumnos como por quienes, desde el backstage, planificamos y organizamos esta experiencia única.
Después de regresar de este viaje siempre queda pendiente hacer la evaluación correspondiente al mismo y recibir el feedback necesario para mejorar año tras año. A lo largo de los siete años que llevo participando en la Escuela y en la organización de este tipo de viajes, considero que la clave principal del éxito de este tipo de actividades reside, sin lugar a duda, en el equipo que formamos quienes pertenecemos a la Escuela.
Y para que este equipo funcione milimétricamente y se convierta en una máquina perfectamente engranada hemos tenido que trabajar sobre cinco pilares básicos sobre los que sustentamos un gran equipo.
- Sentimiento de pertenencia: Una persona se siente parte de una tribu cuando no es sencillo formar parte de ella y cuando se siente parte importante de la misma. Es muy diferente ser miembro de un equipo que ser jugador de un equipo. Puedes ser sujeto pasivo o decidir aportar diariamente aunque tu papel dentro del equipo no sea tan notorio. Recuerdo siempre el rol que jugó Palop en la selección española que ganó la Eurocopa del 2008. Fue el único jugador que no participó ni un sólo minuto en toda la competición, pero fue uno de los jugadores más determinantes del equipo para conseguir la victoria fina. Su rol fuera del terreno de juego fue fundamental para superar los momentos adversos.https://www.youtube.com/watch?v=iH1FUc2ZlDo
- Confianza: Como ya he comentado en algún post anterior, nadie se compromete si no confía. El compromiso es el resultado visible en un equipo, pero es imposible que emerja si no se ha alimentado la confianza día a día. No escucho lo que dices, escucho lo que haces.
- Generosidad: sin lugar a duda, nada funciona sin la actitud generosa de cada miembro del equipo. Generosidad en esfuerzo, en sonrisa a pesar de los momentos de cansancio o enfado. Generosidad para la escucha, para aceptar diferentes puntos de vista aunque fueran muy distintos a los que uno tiene. Generosidad verdadera.
- Encontrar tu rol y potenciarlo: Saber donde está tu aportación de valor tal y como hablábamos en el anterior post. Cuál es tu elemento diferenciador y cómo potenciarlo para ponerlo a disposición del equipo. El equipo te hace crecer y tú haces crecer al equipo.
- Disfrutar, disfrutar y disfrutar: El camino a la excelencia se abre cuando se disfruta de cada momento. Las carreras por Central Park antes de empezar la jornada de cada día, nos preparaban como equipo. Perseguir los momentos de disfrute colectivo, enarbolar el sentido del humor como la bandera y la insignia del equipo para gozar los pequeños y más importantes instantes del camino.
Gracias a todos los que formáis o habéis formado parte de este EQUIPO.